La frustración, por ejemplo, es una emoción qué te impide ver si tienes que cerrar tu negocio o si lo que tienes que hacer es una restructuración rápida para evitarlo.
Cuando estás en una situación crítica, te aferras a que vas a poder sacar adelante tu negocio, tu sueño, tu bebé, te aferras a que ya vendrán tiempos mejores y no quieres saber nada más, no escuchas a nadie.
Mucha gente te dice «es mejor que cierres ya, porque la cosa no va a mejorar», pero tú eres incapaz de verlo, sabes que si se derrumba tu negocio se derrumba tu vida, eres incapaz de analizar con mente fría y con objetividad la situación,
tienes la seguridad de poder conseguirlo, sin embargo, cada vez te endeudas más y cuando te quieres dar cuenta la pelota de nieve es tan grande que ya no hay marcha atrás y tu vida cambia por completo.
Si yo hubiese tenido los conocimientos que tengo ahora, no habría tenido que cerrar mi negocio.
No pude evitar cerrarlo, pero sin embargo, SÍ PUEDO EVITAR QUE TÚ CIERRES EL TUYO.
He conseguido tener la fortaleza y la entereza para poder ayudarte cuando estás en esta situación, por eso no solo te puedo acompañar sino también impulsar. ya que a mi experiencia le sumó todo lo que he aprendido durante últimos 4 años, como por ejemplo: formaciones en consultoría estratégica, técnicas de negociación, plan de rentabilidad….
